Goe escribió: Mar Abr 28, 2020 4:43 pm
No sé a qué Deux muy malo te refieres, y los chistes "con carga erótica" desaparecen más tarde en verdad (en la saga de los saiyanos Muten le dice a Bulma de tocarle las tetas cuando ella le lleva un regalo, y le toca al culo a una enfermera en el hospital) pero por lo demás, muy buen aporte, Mutaito.
Agradecido por la recopilación, pero no voy a entrar porque el tema daría para una disertación sobre el cambio generacional, el mercado de consumo del ocio y una cantidad de mierda en la que no me apetece, hoy por hoy, porque al final es lo mismo cuando hablamos de cualquier serie, película etc. Me repito ya con las tramas, las historias y tal y cual.
Así que paso a citarte los puntos que sí me interesan.
Con un deux mal hecho me refiero a un deux est machina. Un recurso literario en el que un elemento inexistente hasta el momento en la obra, aparece a destiempo y sin venir mucho a cuento para solucionar un problema argumental que de otro modo no tendría solución. Alude a las obras clásicas homéricas donde el recurso era "y bajaba un dios e intervenía"
Aquí es cumple totalmente a pies juntillas, con la intromisión de un personaje que antes no existía (ni en la historia, ni seguramente en la cabeza del autor) y que entra en la historia precisamente para solucionar porque sí el problema de la desaparición de las bolas de dragón, que será la principal razón de ser del personaje de Kamisama.
Es un deux porque no tiene planting ni pay off. Se nota que es un recurso ideado por Toriyama a posteriori de Piccolo y para dar respuesta a un problema concreto por cómo está incluido en la saga. Se nota que al principio de la saga no existía el personaje, porque de otro modo no tiene sentido nada y se convierte la saga en algo estúpido.
No hay ninguna justificación en los motivos de Kamisama para no intervenir en la propia saga, por mucho que Toriyama se empeñe a posteriori en tratar de cuadrarlo.
- No tiene ningún sentido que no baje directamente, le meta una paliza y lo encierre otra vez con el Mafuba, como después vemos que intenta en el 23º Torneo, de hecho (que es lo que haría cualquiera)
- Si por lo que sea el Mafuba no es opción, no tiene ningún sentido que no baje y lo mate, por mucho que diga que no puede suicidarse. ¿Por qué no puede? Si luego lo intenta en el 23º Torneo. No puede porque él dice que no puede, porque no hay justificación a esto.
- Y si él no puede, puede Mr. Popo. De nuevo, no tiene sentido la premisa de "si muere él, muero yo y así no puedo hacer nada" cuando Goku lo intenta y tiene posibilidades de matar a Piccolo y que con eso también muera Kamisama. ¿Por qué tiene que pringar Goku? ¿Es Kamisama así de hijo de puta que deja a los humanos a su suerte con un problema que ha generado él, pero luego decide intervenir en el 23º Torneo cuando ya no puede hacer nada?
No es una línea de acción coherente. Las motivaciones de Kamisama cambian porque sí, no interviniendo en la saga de Piccolo y sí interviniendo con el hijo de Piccolo. Esto es porque no está introducido de entrada en la historia y luego hay que acomodarlo con calzador. Todo se explica pensando que Kamisama no existía y que Piccolo era una amenaza imbatible e imparable. Luego se sacan a dios y a Mr. Popo de la manga con un deux, haciendo además que el dragón conceda un deseo a destiempo (cosa que nunca más podrá hacer) a conveniencia del guión y todo mal.
La saga de Piccolo Daimao, desde la continuidad que supone luego la inclusión de Kamisama, es una gilipollez. Pero es lo que tiene meter elementos a posteriori, sin planificar y usarlos como recursos para solucionar problemáticas concretas.
Después, lo de los chistes eróticos... No me puedes comparar que le toque el culo a una enfermera random en un momento dado, o que haga un comentario con tener primeros planos de unas tetas o lo del Puf Puf, o las revistas porno del sr. Brief o el Lemon que se monta Toriyama con Mutenroshi reducido por el reloj en el váter viendo a Bulma mear. La seña de identidad se puede conservar en algún momento a modo de gag momentáneo, pero el tono es radicalmente distinto.